Impacto en la sostenibilidad

Los vehículos eléctricos suelen considerarse clave para una movilidad sostenible. Sin embargo, su verdadera huella climática depende en gran medida de cuánto tiempo se utilicen y de qué emisiones se generen durante la producción, el uso y la eliminación. Un vehículo de combustión bien mantenido que ya está en circulación y sigue utilizándose o se exporta puede, bajo ciertas condiciones, ser más respetuoso con el clima que un vehículo eléctrico que se sustituye después de solo 150.000 km.

La razón está en las elevadas emisiones generadas durante la producción, especialmente de la batería (Alcance 3). Si el vehículo se reemplaza prematuramente, se añade una carga ambiental que no se compensa con el ahorro de emisiones locales.

Una evaluación significativa debe tener en cuenta las emisiones según el Protocolo GHG, en los tres alcances:

  • Alcance 1: Emisiones directas por el funcionamiento – por ejemplo, emisiones del tubo de escape en motores de combustión.
  • Alcance 2: Emisiones indirectas por la generación de electricidad – por ejemplo, según la combinación energética utilizada para la carga.
  • Alcance 3: Todas las demás emisiones por extracción de materias primas, producción, mantenimiento, transporte y fin de vida. Los vehículos eléctricos suelen mostrar emisiones más altas en el Alcance 3, especialmente debido a la fabricación de baterías.

Solo cuando se tienen en cuenta los tres alcances —desde el origen hasta el reciclaje— se puede evaluar la huella ambiental real. Centrarse únicamente en “cero emisiones locales” es incompleto y potencialmente engañoso.

Por eso comparamos la huella ecológica de vehículos de combustión y eléctricos a lo largo de todo su ciclo de vida, basándonos en datos y estudios fiables que hemos investigado según nuestro mejor saber y entender. Si encuentra errores o fuentes obsoletas, agradecemos su opinión en: [email protected].

Fase del ciclo de vida (Alcance GEI) MINI Cooper S (Gasolina) MINI Cooper SE (Eléctrico, mezcla UE)
Alcance 3 – Upstream (materias primas, producción, logística)
Materias primas (carrocería)4.500 kg4.800 kg
Materias primas para batería5.000 kg
Producción del vehículo (sin batería)1.500 kg1.500 kg
Producción de batería3.500 kg
Transporte al concesionario300 kg300 kg
Alcance 1 (Combustible) / Alcance 2 (Electricidad en uso)
Fase de uso (200.000 km)18.000 kg (Alcance 1)9.280 kg (Alcance 2)
Alcance 3 – Downstream (mantenimiento y reciclaje)
Mantenimiento y piezas1.500 kg1.200 kg
Crédito por reciclaje del vehículo–700 kg–700 kg
Crédito por reciclaje de batería–1.000 kg
Emisiones totales (Alcances 1–3)25.100 kg25.880 kg
CO₂ por km125,5 g/km129,4 g/km
Potencial de segunda vidaPosible (exportación)No incluido
Punto de equilibrio vs. térmico~205.000 km

Evaluación del ciclo de vida – Conclusiones clave

El MINI Cooper SE no emite gases de escape (Alcance 1), pero sí tiene mayores emisiones en la producción y en la fabricación de la batería (Alcance 3). Gracias al mix eléctrico más limpio de la UE, su huella total se acerca mucho a la del Cooper S de gasolina.

  • En 200.000 km, ambos vehículos muestran emisiones casi iguales.
  • Si el vehículo de gasolina se exporta y se usa más tiempo: su huella por km disminuye notablemente.
  • Si el vehículo eléctrico se reemplaza pronto y no se reutiliza la batería: su ventaja ecológica se pierde en gran medida.

En muchos países fuera de la UE, el uso continuado de vehículos eléctricos se ve limitado por la falta de infraestructura de carga. Como resultado, los VE usados a menudo no se pueden exportar para una segunda vida y se desechan prematuramente, mientras que los vehículos de gasolina pueden seguir funcionando muchos años más.

Además, los motores de combustión suelen tener una vida útil técnica más larga. Reemplazar con más frecuencia los VE debido a su menor durabilidad conlleva mayores emisiones de producción, lo que puede superar los beneficios locales de una conducción sin emisiones.

Desde el punto de vista de la contabilidad de carbono, cuanto más tiempo esté en uso un vehículo, menores serán sus emisiones por kilómetro. Por ejemplo, ampliar el uso de 200.000 km a 300.000 km puede reducir la huella por kilómetro hasta en un 33 %, sin necesidad de fabricar un vehículo nuevo.

Esto significa que mantener, reparar o exportar un coche existente puede ser más ecológico que reemplazarlo por uno nuevo, incluso si es eléctrico.

Conclusión: La sostenibilidad no se basa solo en el tipo de motorización: el uso a largo plazo, la segunda vida y la consideración del ciclo completo de vida son aún más importantes.

Nota: Cálculos basados en el mix eléctrico de la UE (290 g CO₂/kWh). La electricidad verde, la reutilización de baterías o un kilometraje significativamente mayor pueden cambiar los resultados.

Fuentes y Referencias (Evaluación del ciclo de vida del CO₂)

  • Extracción de materias primas (Alcance 3 – Upstream):
    base de datos ecoinvent, Öko-Institut 2020, Argonne GREET, Fraunhofer UMSICHT, ICCT, T&E 2022, Circular Energy Storage
  • Producción de baterías:
    Fraunhofer ISI, Instituto Ambiental Sueco IVL, BMW i3 LCA, Agora Verkehrswende 2020–2023
  • Fabricación del vehículo (sin batería):
    ICCT 2021, Audi e-tron LCA, Informes de sostenibilidad de BMW, T&E 2020
  • Fase de uso (Alcances 1 y 2):
    UBA Alemania (2023): Factores de emisión de combustible y electricidad, especificaciones técnicas de BMW, mix eléctrico de la UE: 290 g CO₂/kWh (Agora Energiewende, Comisión Europea)
  • Mantenimiento y reparaciones:
    ICCT, Transport & Environment (T&E), datos de fabricantes (BMW, Audi, Renault), informes de flotas de UBA
  • Fin de vida útil y créditos por reciclaje:
    Umicore, Northvolt, ReLib UK, Audi LCA, Estudio de reciclaje BMW i3, Fraunhofer ISI

Todas las cifras se estimaron de forma conservadora utilizando valores verificados de estudios públicos, informes ambientales y fuentes reconocidas de ACV (2018–2024). Pueden existir ligeras desviaciones regionales (por ejemplo, en el mix eléctrico o en los estándares de reciclaje).

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